Destinos

Uruguay entre los principales destinos para viajeros intrépidos del mundo

¿Qué lugar ocupa Uruguay en la consideración de los expertos que recorren los distintos destinos del mundo?

En 2014 Uruguay apareció en la lista de la revista Condé Nast Traveller como uno de los Top 10 Destinations To Watch In 2014.

Un año después, en 2015, la publicación dedicaba una extensa nota en su edición en español a Un Roadtrip Por Uruguay. El reportaje, de 18 páginas, daba a conocer los principales enclaves del país, desde Carmelo hasta Cabo Polonio, haciendo hincapié en “El lujo natural de las playas uruguayas”.

En 2017, Uruguay volvió a posicionarse dentro de los primeros lugares del ranking de la revista, en el artículo 14 Emerging Destinations Around The World. Esta vez, el protagonismo lo tenía Montevideo.

 

Con el tiempo, las referencias a José Ignacio pasaron a ser infaltables en casi todas las ediciones impresas.

Pero, ¿por qué una de las principales revistas de viajes del mundo sitúa a Uruguay como un “destino emergente”? Exploramos algunos highlights de sus artículos,­ para escuchar cosas que nos resultan familiares, descritas de formas nuevas.

 

¿Qué implica ser un destino emergente?

“Emergente” puede ser una palabra engañosa, sobre todo a la hora de describir destinos turísticos”, dice CNT en su artículo de 2017. Sin embargo, arriesga a definir ese concepto como “el destino preferido de tus amigos más intrépidos en este momento”, y sugiere “no te pierdas la oportunidad de visitarlo antes de que lleguen todos”. En esa nota, la publicación destaca 14 destinos entre los que se encontraba Montevideo.

 

¿Con qué van a encontrarse? 

Arquitectura clásica y pensamiento progresista. Lugar de residencia de casi la mitad de la población uruguaya, la capital está enteramente volcada al mar; muchas veces subestimada, la ciudad es al mismo tiempo clásica y ecléctica, efervescente y aletargada; una ciudad rica culturalmente, con música y espectáculos por doquier, y el arte como protagonista indiscutido. No dejen de ir al Teatro Solís, el más antiguo y más importante del país.

Si les interesa la vida gauchesca, vayan al Museo del Gaucho, una magnífica casa del siglo XIX: allí verán muebles, esculturas y pinturas que les ayudarán a hacerse una idea de cómo vivían los gauchos. Inaugurado en 1911, el Museo Nacional de Artes Visuales tiene la mayor colección de artistas nacionales. Si quieren comprar regalos con historia, pueden encontrarlos en los anticuarios de la Ciudad Vieja, y si están en el barrio, no dejen de pasar por la plaza Matriz: los sábados hay un mercado de antigüedades donde podrán encontrar desde viejas monturas de caballo, hasta picaportes antiguos y mucho más. Tras los pasos del movimiento que conjuga lo viejo y lo nuevo, algunos de los hoteles y restaurantes más en onda de la ciudad han optado por decorar sus espacios con hallazgos de este tipo.

Refrésquense en alguna de las preciosas playas de la ciudad y asegúrense de conocer más de una: un paseo marítimo, la rambla, bordea toda la ciudad de este a oeste. Cenen en Jacinto, donde la chef Lucía Soria los deleitará con un menú tan rico como saludable: la torta de puerro y calabaza es una maravilla, no dejen de probarla.

 

Uruguay como atractivo en la región

Esta no era la primera vez que aparecíamos en el ranking de la revista.

Uruguay ya era uno de los 10 destinos para ver en el 2014.  Como alternativa a Brasil, cuyo atractivo se opacaba por la cantidad de visitantes que recibía como sede de la Copa del Mundo de Fútbol, la costa uruguaya se transformaba en el mejor punto de América del Sur.

 

Destinos a tener en cuenta en 2014: Uruguay

Más al sur, Uruguay, el pequeño y refinado vecino de Brasil, también tiene unas playas espectaculares y una escena fiestera con la que se ha ganado la reputación de ser la Ibiza de Sudamérica. Las playas atraen rockeros y personajes del jet set, y no sólo de Buenos Aires, sino de todas partes del mundo (Ronnie Wood, Natalia Vodianova, Naomi Campbell), que aparecen en el mes de enero, cuando la temporada estival se pone al rojo vivo.

 

Casi toda la acción sucede en Punta del Este (que sería más comparable con Miami que con Ibiza: las tiendas de Punta del Este venden bikinis de marca) y José Ignacio, una especie de alternativa surfista a las playas de Trancoso en Brasil, que todavía mantiene su encanto de pueblo pesquero a pesar de soportar una nutrida movida fiestera y un tanto snob. La carretera marítima que une Punta del Este y José Ignacio (siempre hasta el tope en alta temporada como la carretera a Montauk) está salpicada de espectaculares casas de arquitectura modernista y hoteles boutique que son el colmo del buen gusto. A mitad de camino está La Barra; allí, alejado de la playa, escondido entre los árboles, está el Fasano Las Piedras, un hotel increíblemente chic. En los alrededores está también Casa Zinc, más funky y con precios más accesibles.

La costa de Rocha

Pero también hay otros balnearios más chicos, pueblos pequeños junto al mar que cobran vida cada temporada como La Pedrera, un reducto de surfistas, muy tranquilo, pero que cada verano se vuelve más chic; o Punta del Diablo, con olas increíbles que rompen en la costa atlántica, sobrecogedora, y que sólo los surfers se atreven a desafiar en invierno. En noviembre ya se empiezan a construir improvisados paradores de playa, que deberán estar listos para recibir a los primeros turistas. 

 

Para llegar a Cabo Polonio hay que dejar el auto en la carretera, contratar un jeep o un carro de caballos e ir dando saltos más o menos descontrolados mientras el vehículo en cuestión atraviesa las dunas rumbo a esta aldea aislada, un lugar ciertamente peculiar con ranchos hechos con lo que cada quien fue encontrando. Colonias de lobos marinos se mezclan con los hippies en la playa. No hay electricidad, ni agua corriente, ni policía, pero nada de esto afecta la vida nocturna: guitarreadas y el inconfundible olor a porro que se mezcla con la brisa marina, pescado recién sacado ahumándose sobre el fuego. Tierra adentro surgen otras opciones: montar a caballo, alojarse en estancias, comer asado y tomar vinos que no tienen nada que envidiarle a los argentinos.

 

Uruguay emergente

No es fácil definir lo que significa ser un destino emergente. Lo cierto es que cada vez llegan más turistas a Uruguay (según datos brindados por el Ministerio de Turismo, la cantidad de turistas que arriba a nuestro territorio supera a la población del país). Las causas pueden ser diversas, pero la consecuencia de que un lugar está siendo visitado son patentes… “una abundancia de hoteles y Airbnbs, chefs y artistas, e incluso una movida cultural que difícilmente puedas encontrar en ningún otro lado…”. Y esto es exactamente lo que los expertos piensan que está pasando acá.

 


Cover photo: Jimmy Baikovicius

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