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Pájaros Pintados: corredor de experiencias

El Uruguay es el río que le da nombre al país. Los indígenas guaraníes que poblaron estas tierras hace cientos de años lo denominaron así. En su lengua, significa “Río de los pájaros”. Pero fue el poeta de la patria, Juan Zorrilla de San Martín, quien le dio un giro más: “Río de los Pájaros Pintados”. Esa denominación es fuente de inspiración para miles de habitantes del litoral uruguayo que desde Bella Unión (Artigas) hasta Carmelo (Colonia) comparten con orgullo su tierra, sus tradiciones y su cultura.

El Corredor de los Pájaros Pintados es una de las zonas con mayor variedad de propuestas en el país. Una región llena de experiencias para vivir, sitios de incalculable valor histórico y patrimonial para conocer, lugares donde conectarse con la naturaleza y espacios de esparcimiento donde la diversión y el relax demuestran que pueden armonizar.

 

Parques termales

Empecemos esta recorrida por uno de los atractivos que más ha identificado al Corredor de los Pájaros Pintados desde siempre: las aguas termales que emanan del subsuelo.

El agua caliente surge de pozos de más de 1.000 metros (3.280 pies) de profundidad a temperaturas superiores a 35°C (95°F). Su calidad y cristalinidad la hacen especialmente indicada para diversos tratamientos terapéuticos, beneficiosos para la salud. Pero también para el descanso, el esparcimiento y la diversión.

En los departamentos de Salto y Paysandú existen seis parques termales que, juntos, representan el tercer destino más visitado en Uruguay después de Montevideo y Punta del Este. Además, también funciona allí Acuamanía, el primer parque acuático termal de Sudamérica. Toboganes, ríos lentos, hidrotubos y otras atracciones que disfrutan sobre todo los niños y adolescentes.

Si quieres conocer más sobre la zona termal uruguaya, puedes leer la nota que publicamos al respecto. En ella también encontrarás algunas recomendaciones, para que no te pierdas lo mejor de este destino. Puedes repasarla en este enlace: Termas uruguayas.

 

Historia y patrimonio

En los últimos años, el Corredor de los Pájaros Pintados también ha dado mayor visibilidad a sus enormes valores históricos y patrimoniales. Aquí está ubicado el último de los sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco en Uruguay: el “Paisaje Industrial Fray Bentos”. Se trata de las instalaciones del ex Frigorífico Anglo. Aquí se producía el corned beef Fray Bentos, un producto que llegó a consumirse masivamente en Europa y Estados Unidos a mediados del siglo pasado. Hoy pueden recorrerse sus enormes estructuras, y el barrio que fue construido especialmente en su entorno.

Para acercarte un poco más a esta joyas del patrimonio uruguayo, no dejes de leer la nota que ya hemos publicado al respecto. Puedes encontrarlas aquí: Fray Bentos: Paisaje industrial

Pero además de este punto emblemático, existen otros lugares a los que vale la pena acercarse para sumergirse en la historia del país. Por ejemplo, Villa Soriano, el primer asentamiento europeo en Uruguay. En Paysandú, el Monumento a Perpetuidad, un cementerio de mediados del siglo XIX, donde se conservan aún grandes panteones y enormes figuras de mármol que recuerdan a quienes descansan allí. O la Meseta de Artigas, una elevación sobre el Río Uruguay desde donde el Gral. José Artigas lideró la revolución oriental. Actualmente existe allí un monumento que lo recuerda y un centro de interpretación que permite descubrir su legado.

 

El río Uruguay como escenario de experiencias

Un curso de agua de la importancia del Río Uruguay deja un sello en los pobladores de sus costas que es indeleble. Son muchas las actividades que se desarrollan a lo largo de los 500 km (310 millas) que separan la triple frontera (el punto donde Uruguay, Brasil y Argentina se unen a través del río) y Punta Gorda, en el departamento de Colonia, donde el Río Uruguay da paso al Río de la Plata.

Pesca

Antiguas tradiciones de artesanos de la pesca se descubren en todo el litoral. Es habitual ver botes pesqueros tirando sus redes o lanzando sus riles en el agua esperando atrapar a sus presas del día. Ese pescado fresco de agua dulce luego es compartido en las mesas de los habitantes de la región en preparaciones tan diversas como sabrosas. Patíes, bagres, bogas y pejerreyes son los más habituales en todo el curso del río.

Al norte, en tanto, cerca de la represa de Salto Grande, aparecen los grandes protagonistas: dorados y surubíes. Estas especies son también objeto de devoción de los pescadores deportivos que llegan de todo el mundo para encontrarse con ellos.

Al dorado se le apoda como “tigre de río”, por la pelea que ofrece a quien quiera atraparlo. Su peso supera con facilidad los 10 kg (22 libras), aunque no es difícil hallar presas de hasta 20 kg (44 libras). Entre setiembre y diciembre se establece una veda de pesca para permitir su reproducción. En el resto del año, la presencia de pescadores amateur esperando enfrentarse a ellos es permanente.

El surubí, por su parte, es el pez más grande de los que habitan en el Río Uruguay. De hecho, es el pez de agua dulce más grande que puede hallarse en toda esta región de América. El peso habitual de los que se pescan en esta zona supera los 12 kg (26,5 libas). Pero es muy común que los pescadores más experimentados y pacientes, obtengan ejemplares de 40 kg (88 libras) y hasta 50 kg (110 libras).

Deportes náuticos

El Río Uruguay permite en casi toda su extensión la práctica de deportes náuticos. Pero es la zona más alta del río donde este tipo de actividades se desarrolla con mayor intensidad.

Todos los años en Semana Santa se lleva a cabo una regata de veleros desde la Meseta de Artigas hasta la ciudad de Paysandú. Es una de las competiciones de su tipo más antiguas e importantes de la región. Desde 1950, los competidores recorren en dos días casi 90 km (56 millas) de distancia. La actividad, sin embargo, dura casi cinco días, en los que también se comparten fogones, almuerzos y cenas de camaradería. En 2019 se realizó la edición número 70 de esta regata y contó con más de 80 embarcaciones participantes.

Frente la ciudades de Salto y Paysandú también es frecuente la práctica del remo, o la natación en aguas abiertas.

Y un poco más al norte, en el lago de 780 Km2 que forma el embalse de la represa de Salto Grande, es habitual – sobre todo en verano – ver deportistas practicando distintas actividades. Por ejemplo, windsurf, motos de agua o kayak. En la costa, en tanto, las playas de arena blanca y el bosque de pinos del parque también son aprovechados por quienes llegan hasta el lugar.

 

Playa

En verano, las playas que asoman en distintos puntos de la costa del Río Uruguay se llenan de gente. La más importante de ellas es la del balneario Las Cañas, ubicado apenas a 9 kilómetros (5,6 millas) de la ciudad de Fray Bentos.

Cada año, miles de personas acuden a este lugar para disfrutar de sus arenas blancas y del agua templada del río. Existen allí diversas opciones de alojamiento. Pero el preferido suele ser el camping, donde la convivencia entre vecinos de carpas y casas rodante siempre crea nuevos amigos.

 

Pueblos con encanto

Bella Unión, la localidad ubicada más al norte del Uruguay, está a unos 480 km (300 millas) de Carmelo. Es una distancia que se recorre en auto en algo más seis horas por buenas carreteras. Sin embargo, en esos seis departamentos que conforman el Corredor de los Pájaros Pintados hay una multiplicidad de pequeños pueblos en los que vale la pena detenerse. Algunas de estas localidades apenas superan el millar de habitantes. Entre sus tesoros, guardan con celo tradiciones y costumbres que les vienen de su historia y que, orgullosamente, enseñan al visitante.

En algunos casos, estas tradiciones provienen de los barcos que llegaron a América en el siglo XIX y XX. Inmigrantes suizos, alemanes, rusos e ingleses incorporaron una nueva cultura que sus descendientes mantienen aún hoy. Dedica al menos un día para visitar cada uno de estos pueblos y conocerlos en profundidad.

En todos ellos es posible compartir los sabores que los caracterizan. Sabores que te dejarán con ganas de volver por más.

 

Localista
Lugares donde encontrarse

 

¿Dónde tomar algo?

El Corredor de los Pájaros Pintados es un área de gran tradición vitivinícola. Algunas de las bodegas más antiguas del país están en esta región. En particular, en torno a Carmelo, en Colonia. Aquí están instalados varios emprendimientos de distintas características, pero todos disfrutables cuando se visitan. Viñedos, bodegas y posadas de diferente tamaño ubicados a pocos minutos de la ciudad, que se mezclan con un paisaje que vale la pena conocer. Por ejemplo, recorriendo la “Ruta del Vino“, o deteniéndose en algunos de los establecimientos.

Una de las bodegas más antiguas es Familia Irturtia. Fundada a comienzos del siglo pasado, actualmente está entre las que produce más vinos en Uruguay. Sus distintas variedades han obtenido numerosos reconocimientos internacionales. Produce vinos tannat (la cepa que identifica al Uruguay), cabernet sauvignon, chardonay, merlot, viognier, y pinot noir, entre otros. Quienes quieran conocer sus instalaciones pueden realizar visitas guiadas. Recorrerán los viñedos y la bodega, el museo, la cava familiar y la cava de barricas. Además, ofrecen una degustación de sus mejores vinos acompañados por quesos de la región y panes artesanales.

Una alternativa más, muy atractiva, es llegar hasta la bodega en barco. Desde el puerto de Carmelo sale los sábados una “Travesía hacia la bodega“. Se trata de un paseo que incluye el traslado en una embarcación que navega por el Arroyo de las Vacas hasta el muelle que tiene la propia bodega. Una vez allí se realiza una visita con degustación de vinos y quesos.

Dirección: Ruta 97 Km. 2,300, Cerro Carmelo, Carmelo, Departamento de Colonia
Teléfono: (+598) 4542 2323
Web: irurtia.com.uy
Facebook: BodegaFamiliaIrurtia
E-mail: contacto@irurtia.com

¿Dónde comer algo?

Lo localidad de San Javier tiene un origen que le da un carácter muy particular en el Uruguay y, de hecho, en toda esta región de América. En 1913, un grupo de familias rusas llegaron hasta este lugar para asentarse y, con ellos, trajeron los rasgos tan distintivos de su cultura y sus tradiciones. Por supuesto, también su gastronomía. Los actuales pobladores de San Javier, descendientes de aquellas familias rusas, siguen cocinando hoy los platos más típicos de aquel país: pirashky, shaslik , vareñiki , borch, jaladiet, blinchik, kisiel y piroj, entre otros.

Si quieres probar algunas de estas recetas ve a Na Zdorvie, un restaurante y posada donde la comida es recomendada por todos los que pasan por allí. No dejes de charlar con Oscar, el propietario del local, descendiente de los primeros pobladores de San Javier. Quienes lo escuchan descubren las tradiciones rusas que aún viven en este pueblo.

Dirección: Basilio Luvkov y Varela, San Javier.
Teléfono: (+598) 099 722 312
Facebook: sanjavier.malarov
E-mail: oscar.malarov@gmail.com

 

¿Dónde compartir un mate?

La construcción de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, en la década de 1970, generó un gran lago que hoy es uno de los principales atractivos del Corredor de los Pájaros Pitados. Un gigantesco espejo de agua que al bajar el sol genera una de las postales más hermosa del atardecer sobre el Río Uruguay. Compartir un mate en ese contexto, siempre es una buena idea. Así que una muy buena opción para ello es el Parque Gabinito, de Pueblo Belén, en el departamento de Salto.

Belén es uno de los asentamientos más antiguos del norte del país. Fue fundado en 1801 con el objetivo de detener el avance de las tropas portuguesas. En 1979, con la construcción de la represa hidroeléctrica de Salto Grande y su embalse, el pueblo tuvo que ser trasladado al lugar donde hoy está emplazado.

El Parque Gabinito se encuentra a orillas del lago. Se trata de gran espacio arbolado con lugares para camping y una playa de canto rodado que se aprovecha, sobre todo en verano. También hay pequeños parrilleros donde se pueden hacer asados. Cuando vayas a Pueblo Belén, no dejes de visitar la Escuela Yacuy, un local de enseñanza público construido con planos trazados por el ingeniero Eladio Dieste. Dentro de la escuela, en el salón principal – donde los niños asisten a clases todos los días – hay un mural del pintor Carlos Paez Vilaró. La iglesia de Belén también es uno de los lugares para visitar, donde se conserva una imagen guaraní-misionera de San Ignacio de Loyola.

 

No te puedes perder

El Corredor de los Pájaros Pintados es también una zona donde la naturaleza y la biodiversidad se expresan en todo su esplendor. Visitar sus áreas protegidas es conocer la riqueza natural del país y descubrir algunos de los paisajes más deslumbrantes del Uruguay. Dedícale al menos un día a cada uno de estos lugares. Hay mucho para hacer en cada uno de ellos.

Esteros de Farrapos (Río Negro)

Ubicado en el departamento de Río Negro, entre las localidades de Nuevo Berlín y San Javier, se encuentra el Parque Nacional Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay. Se trata de un área de más de 6.700 hectáreas (16.500 acres) que conforman el pantanal fluvial más grande de Uruguay. En este ecosistema conviven bañados y pantanos, con el monte y matorral ribereño y el monte de parque abierto. Una gran diversidad de aves y de mamíferos autóctonos también se encuentran en esta área.

Tanto desde San Javier como desde Nuevo Berlín, se pueden realizar recorridas por esta zona. Sobre todo, son especialmente atractivas las travesías que se hacen en distintos tipos de embarcaciones (incluso a remo) a través de las 24 islas que forman parte.

 

Montes del Queguay (Paysandú)

Experimenta la paz que brinda el agua en contacto con el verde infinito, en Montes de Queguay. Está ubicado entre los ríos Queguay Grande y Queguay Chico, en el departamento de Paysandú. Comprende una superficie de 20.000 hectáreas (49.000 acres), donde el monte nativo virgen toca la misma superficie del agua.

En el curso del río, los visitantes podrán realizar actividades como pesca deportiva con devolución, paseos en canoa o canotaje en kayak por los rápidos que también son parte de la geografía del lugar. En el monte, es posible hacer senderismo y avistamiento de aves y animales autóctonos.

Esta es una zona que también tiene un valor histórico muy particular por haber sido la región donde vivieron los últimos indígenas charrúas. En este entorno hay un museo que recuerda aquella presencia, además de otros hechos de la historia uruguaya que ocurrieron aquí. En el ingreso principal al área protegida existe un centro de visitantes donde los turistas reciben información sobre el lugar. Desde allí, además, parten los guías locales hacia las distintas actividades que pueden realizarse.

 

Rincón de Franquía (Artigas)

En el punto más al norte del Uruguay está Rincón de Franquía. Un área de más de 1.100 hectáreas (2.700 acres) que guarda entre sus bosques y montes nativos cerca de la mitad de las especies de aves que existen en Uruguay. Por ejemplo, algunas en peligro de extinción a nivel mundial. También habitan este espacio al menos 15 especies de mamíferos (algunos de ellos muy raros en esta zona de América), y otras tantas de anfibios y reptiles.

Desde el mangrullo (la torre de madera de once metros de altura) se divisa la desembocadura del Río Cuareim y la triple frontera: el lugar exacto en el que se unen los territorios de Uruguay, Brasil y Argentina.

Dentro del monte existe un área de camping que utilizan habitualmente los pobladores de la ciudad de Bella Unión, distante a solo 5 km (3,1 millas) del Rincón de Franquía. Un parque lineal, que es también una rambla costanera, une la ciudad con el área natural.

 

Más para descubrir

El Corredor de los Pájaros Pintados tiene mucho más por descubrir y recorrer. El Ministerio de Turismo ha desarrollado un sitio especial con toda la información sobre esta región del país que vale la pena visitar. Puedes encontrarlo en este enlace: Corredor de los Pájaros Pintados

 


Foto de portada: Regata Meseta de Artigas

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